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Los Félix


El menú

Miami, FL. Estados Unidos. Hace unos tres años, Margarita Bernal, periodista gastronómica, me invitó a acompañarla en un podcast para AMC Networks en el que entrevistábamos personajes sobresalientes, en cualquier disciplina, y les averiguábamos qué comían para ser tan brillantes. Era un espacio bastante desparpajado y mamagallista en el cual tuvimos el gusto de entrevistar a seres increíbles como Andrés Jaramillo y Vladdo, entre otros.

 

Uno de nuestros invitados favoritos fue Sebastian Vargas, chef colombiano, fundador de Los Félix, un exitosísimo restaurante en el barrio Coconut Grove en Miami, galardonado con una estrella Michelín.  Desde el día que le hicimos la entrevista (escúchela aquí) yo quedé con unas ganas locas de ir a comer a ese restaurante y por supuesto de conocer en persona a Sebastián. Fue solo hasta el mes pasado que la vida me dio ese placer: al aterrizar en Miami y sin pensarlo dos veces los busqué por Instagram, hice mi reserva y allá les llegué.


Las carnitas

El espacio

La sorpresa fue total, nunca esperé encontrarme con un local que parecía más bien estar en Chapinero Alto, con ese solle de nuestros cocineros colombianos, amantes de la salsa y con una estética nórdico-tropical que permite uno que otro rayón por aquí y una que otra cosita torcida por allá, pero que todo en conjunto, envuelve en una magia única que -además- ayuda a que uno se relaje y le den ganas de desbocarse en todo sentido.

 


El pulpo

La carta es una oda al maíz y todos los platos tienen algo que ver con este ingrediente. La oferta es corta pero bien conformada; hay tacos, crudos, arepas con toppings, tamal, esquites, gyozas… Yo me lancé con un crudo de pesca blanca que tenía guanábana y piña encurtida. Luego pasé al pulpo a la parrilla con achiote y aceite de naranja (el maíz lo tenía en un puré sobre el que ponen el pulpo).


Seguí con los esquites de cangrejo y bisque de langosta a los que le ponen un toque de erizo de mar… Wow. Luego, Sebastián, en un acto de amor compatriota nos envió las carnitas de cachete de cerdo, que dios mío, menos mal nos las mandó porque es un pecado ir a Los Félix y no pedir esa delicia. En la descripción del plato resaltan palabras como macha de avellanas, naranjas y chiles. Es una fantasía.

 

Los cocteles
El oloroso

En cuanto a las bebidas, este es un sitio de vino, cerveza y sake. Intuyo que por el tema de la licencia para vender bebidas alcohólicas, que en EEUU es todo un lío, ellos supieron adaptarse y crearon una carta de cocteles que suple toda necesidad de deleite, maridaje y/o de simplemente, ponerse alegrón.


Yo me incliné por un par de cocteles a base de jerez y por una copita de oloroso de Bodegas Faustino Gonzalez, Las Canciones N° 2, que estaba de muerte. Vale anotar que todos los vinos son orgánicos, biodinámicos o similar y que el compromiso “verde” de Los Félix es real y no una obligada posé de mercadeo, como sí sucede en otros restaurantes.


El baño

Para destacar: el DJ, que pone música a un volumen ideal para cenar y charlar pero que alcanza uno a animarse; el baño, todo decorado con afiches de acetatos viejos con mueble de mercado de pulgas y matica viva. El servicio es buenísimo y en general, creo que es muy merecida la bendita estrella.

 

Para más información y reservas visite en Instagram @losfelixmiami



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