Santo Domingo, República Dominicana. Retomando el feliz ritmo de la cata y el disfrute, luego de estar a régimen por un par de semanas, este mes me dediqué a ensayar cosas nuevas. A pesar de que uno tiende a volver a donde fue feliz, y yo sí que lo hago, hay veces que me siento atrevida y agarro esa botella de la que no sé nada. La mayoría de las veces el experimento me sale bien, otras… prefiero no entrar en detalles. En esta ocasión triunfé; encontré cosas maravillosas y me volví a regocijar en el abrazo de dos denominaciones que tenía en el olvido: Toro en España y Champagne en Francia.
6. 2020 Flor de Vetus, Do Toro, España
Uno le hace el quite a esta denominación ya que sus vinos por lo general son de extremada potencia. El suelo arenoso y las viñas viejas, que predominan en esta zona son, entre otros, factores que contribuyen con ese carácter. Pero como en todo, están las excepciones a la regla y en Toro se encuentran también vinos fáciles de beber sin que pierdan ese carácter de fruta negra profunda que los hace tan particulares. Este ejemplar, del Grupo Artevino, un conglomerado con proyectos en Rueda, Rioja y Ribera del Duero, es uno de esos Toro dóciles que se dejan tomar inclusive con tapas, charcutería y quesos maduros. Yo lo serví para acompañar un pollo que hice a la parrilla con estragón y la cosa funcionó de maravilla.
En Dominicana lo vende El Catador. En Colombia, Novili.
5. Nicolas Feuillatte Terroir Premier Cru, AOC Champagne, Francia
Solo porque diga Champagne no quiere decir que sea un producto de excelsa calidad. Como en todas las otras denominaciones, hay etiquetas buenas, muy buenas y excepcionales y lo que determina, a grandes rasgos, el nivel de calidad es el suelo en el que se plantó la uva. Dentro de la AOC Champagne hay tres categorías (de menor a mayor calidad): Cru de Champagne, Premier Cru y Grand Cru. Las que solemos ver en cartas de restaurantes y supermercados son por lo general de la primera categoría y para encontrarse con una de la segunda o la tercera hay que estar de suerte. Son escasas y muy costosas. No en vano hay solo 44 localidades ranqueadas como Premier Cru y tan solo 17 como Grand Cru. Esta que estoy referenciado es Premier Cru y sí que se le nota.
En Dominicana lo vende Cava Alta. A Colombia no llega. Pero para una buena champaña contáctese con Domecq.
4. 2021 Hess Collection Allomi Cabernet Sauvignon, Napa Valley, California
Este vino tuve la fortuna de servirlo en el Food and Wine Festival de Casa de Campo hace un par de semanas. Lo caté y estaba espléndido; corpulento como suelen ser los cabernets de Napa: mucha fruta, madera, alcohol y taninos predominantes, pero todo muy bien integrado para que el líquido pueda bajar suavemente por la garganta. Me sorprendió la acogida que tuvo en el evento, no solo venía la gente por más si no que le fueron fiel hasta el final de la velada. Gran opción para quienes prefieren sensaciones fuertes en la copa.
En Dominicana lo vende El Catador. A Colombia no llega. Pero para un buen cabernet de Napa Valley contáctese con 90 Puntos.
3. 2021 Belle Glos Pinot Noir Las Alturas, Monterey, California
El pinot noir de California, cuando lo hacen con seriedad, puede ser uno de los más interesantes y comerciales del planeta. Y digo comercial ya que esta cepa que, a pesar de ser la materia prima de los vinos de culto franceses, no suele tener muchos adeptos. Es una variedad de ciclo corto y cuerpo ligero algo difícil de entender para paladares no europeos que crecieron bebiendo los vinos del nuevo mundo. Belle Glos, si bien guarda toda la elegancia y frescura natural de esta cepa, tiene ese toque de concentración y mayor frutosidad que lo hace más cercano y versátil a la hora de maridar.
En Dominicana lo vende El Catador. A Colombia no llega. Pero para un buen pinot noir de California contáctese con 90 Puntos.
2. 2021 Vie di Romans Vieris, Sauvignon Blanc, Fruili, Italia
Para comenzar, este vino es una bomba de aromas. En alguna nota de cata que me topé, encontré que alguien dijo que con tan solo olerlo basta. Es de esos vinos que se les nota que están hechos por el dueño de la bodega, que en este caso es familiar y pequeña. Vieris es una cuidadosa artesanía del extremo noroccidental de Italia, elaborada a base de clones de sauvignon blanc francés, detalle importante ya que esto determina su extrema longevidad. En la hoja técnica establecen nueve años como el momento en el que el vino alcanza su mejor punto y una vida útil total de veinte. El viñedo es ecológico, las levaduras autóctonas y todo en él, desde el líquido hasta la etiqueta, es un epítome del buen gusto.
En Dominicana lo vende La Bodega. A Colombia no llega, pero para un buen vino blanco de esta zona de Italia comuníquese con Trece Grados.
1. 2018 Contrada Rampante, Nerello Mascalese, Terre Sicilane, Italia
Esta joya me la sirvió el sommelier Thomas Sartori en Ajualá, un restaurante muy especial -por muchas razones- en Santo Domingo. Se trata de una de las seis versiones que hace la bodega Passopisciaro de la cepa autóctona del Monte Etna, Nerello Mascalese. Rampante viene de sus viñas más altas en el monte, a mil metros sobre el nivel del mar, donde por el clima, la maduración sucede de manera muy lenta, permitiéndole a la uva impregnarse de toda la expresión de ese terroir: lava volcánica, entre otras suculentas particularidades. Es de cuerpo medio y con muy baja intervención. Un sueño de vino.
En Dominicana lo vende La Bodega. A Colombia no llega, pero con Vinicultura se consigue esta cepa siciliana.
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